¿Vivimos una realidad virtual? (ISBN 978-1545203354) esta publicado en Amazon en 2017.
Parte de la idea de que hay muchos indicios de que nuestro mundo puede ser realidad virtual.
Porque con los juegos de realidad virtual que hoy en día se ofrecen en el mercado, puedes sumergirte en un mundo simulado sintiendo tu experiencia increíblemente real con un sentido absoluto de presencia.
Dentro de 2 o 3 décadas, cuando los ordenadores cuánticos, que ya se vislumbran, hayan multiplicado la capacidad de cálculo por miles de millones, será posible simular todo el Universo. Los “avatares” podrán ser conscientes e interactuar en su mundo virtual como lo hacemos nosotros los humanos en nuestro mundo real actual.
Y si somos capaces de crear un universo simulado “aguas abajo”, cabe pensar que nuestro mundo sea una simulación hecha “aguas arriba” por un “creador” de nivel superior.
Y si el mundo en el que vivimos fuera un mundo virtual tendríamos la percepción de tener una realidad física, aunque fuéramos avatares inteligentes de un “juego” de realidad virtual procesado por un supercomputador.
Este escenario está siendo contemplado como posible por muchos científicos, filósofos y líderes empresariales que tienen información de las fronteras más avanzadas de la Ciencia y consideran que es una conjetura que hay que considerar.
«¿Vivimos una realidad virtual?» ofrece una visión, de fácil lectura, de cuál es nuestra posición en el Universo y cuál es nuestra razón de ser. Cuáles son las principales teorías “frontera” del mundo de la Ciencia y cuáles son los indicios que pueden sugerirnos que vivimos una realidad virtual.
El eslabón de mayor dificultad para simular el mundo es sin duda la creación de “avatares” que puedan aprender como lo hacemos los humanos y que tengan consciencia y puedan vivir libremente su propia realidad.
Se apunta como mayor obstáculo el misterio todavía sin descifrar de qué es la Consciencia y hasta qué punto es parte de la Mente y producto del Cerebro.
La tecnología actual de internet, wifi, …etc., hace suponer que los cerebros también se comunican y que la Mente de una persona puede tener acceso a una información adicional a la que contiene el Cerebro.
La conjetura de que vivimos en un mundo virtual tiene su lógica y es compatible con la ciencia y con la física, y merece ser estudiada. No hay duda de que hay un control central que gobierna las leyes del Universo y que tiene que haber un “creador”.
Aquí se abre el debate del más allá, de nuestra razón de ser, de la búsqueda del creador, de la existencia de diversos universos y de otras inquietudes sobre las que el libro ayuda a pensar.